La situación energética en España se ha visto afectada por diversos factores geopolíticos en los últimos años. Uno de ellos fue la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022, que provocó una interrupción del suministro de gas natural a Europa y un aumento de los precios de la energía. Ante esta crisis, el gobierno central y las comunidades autónomas tuvieron que adoptar
medidas de ahorro energético
para evitar el racionamiento y garantizar las reservas de gas natural. Otro factor fue la inestabilidad en Oriente Próximo, que también influyó en el encarecimiento del gas natural. Estos acontecimientos han impulsado a muchas empresas, comunidades de vecinos y particulares a buscar alternativas más sostenibles y económicas para generar energía, como las placas solares fotovoltaicas o la aerotermia, que aprovechan los recursos renovables y reducen los costes de las facturas de servicios.