Sincronización: los sistemas en línea permiten a los usuarios acceder e interactuar con los datos en cualquier momento, mientras que los sistemas en tiempo real están diseñados para responder a eventos en tiempo real.
Latencia: los sistemas en línea pueden tener una latencia más alta a medida que los datos se transmiten a través de una red, mientras que los sistemas en tiempo real suelen tener una latencia muy baja.
Tiempo de respuesta: los sistemas en línea pueden tener tiempos de respuesta más largos, ya que deben esperar la entrada del usuario y pueden requerir tiempo de procesamiento adicional, mientras que los sistemas en tiempo real deben responder a los eventos rápidamente y tener tiempos de respuesta muy cortos.
Confiabilidad: Los sistemas en tiempo real deben ser altamente confiables y garantizar que los datos se procesen de manera precisa y puntual, mientras que los sistemas en línea pueden no requerir el mismo nivel de confiabilidad.
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