Los cloradores salinos son una de las mejores opciones para que el agua de la piscina se mantenga limpia y libre de microorganismos que pueden causar enfermedades, además es ecológico, de bajo mantenimiento y ayuda en el ahorro en el pago de la factura de servicios por su bajo consumo eléctrico. Pero, como todo aparato, requiere del cambio de alguna de sus partes y las
células para equipos de cloración salina
tienen una vida limitada según la empresa que la fabrique, por lo que hay que tenerlo presente y cambiarlas en el momento oportuno, para que el equipo cumpla su función eficazmente.