Una cuenta de ahorros es una forma eficaz de almacenar su dinero en un lugar seguro donde pueda generar intereses.
Con una cuenta de ahorros, puede mantener sus ahorros en estado líquido, lo que significa que puede acceder a sus fondos cuando lo desee, y al mismo tiempo dejar algo de espacio entre sus ahorros y sus necesidades de gastos diarios.
Obtenga fácil acceso a sus fondos
Abrir una cuenta de ahorros es un proceso sencillo. Una vez que tenga uno, podrá realizar transacciones en cualquier momento utilizando el portal web de su banco, un cajero automático o visitando su sucursal local. Esta es una gran ventaja sobre las cuentas de inversión a largo plazo, como 401(k) o Roth IRA, que imponen límites sobre cuándo y cómo puede retirar sus fondos.
Si tiene una cuenta corriente en su banco, es fácil transferir dinero entre sus cuentas.* Muchos bancos le permiten conectar sus cuentas corrientes y de ahorro para evitar cargos por sobregiro.
Por ejemplo, digamos que usa su tarjeta de débito para realizar compras diarias, como cargar combustible para su automóvil o comer algo en su restaurante favorito. Su tarjeta de débito utiliza los fondos de su cuenta corriente. Si su cuenta llega a cero, corre el riesgo de incurrir en cargos por sobregiro. Sin embargo, al conectar su cuenta de ahorros, se beneficia de la conveniencia de la protección contra sobregiros automatizada: si su cuenta corriente está sobregirada, todos los fondos restantes necesarios para la compra saldrán de su cuenta de ahorros. Se asocia una tarifa con este servicio si lo eligen la mayoría de las instituciones financieras. Consulte con su institución financiera los montos.
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