Rutina de Skin Care:
Limpieza: Comienza tu rutina de cuidado de la piel lavando tu rostro con un limpiador suave y adecuado para tu tipo de piel. Puedes elegir entre productos comerciales o crear tu propio limpiador casero, como el uso de aceite de coco o miel.
Exfoliación: Exfolia tu piel una o dos veces por semana para eliminar las células muertas y promover la renovación celular. Puedes hacerlo utilizando exfoliantes comerciales o crear uno casero mezclando azúcar o sal con aceite de oliva o yogur natural.
Tónico: Después de la limpieza y la exfoliación, utiliza un tónico para equilibrar el pH de tu piel y prepararla para los productos siguientes. Puedes hacer un tónico casero con agua de rosas, agua de hamamelis o té verde.
Hidratación: Aplica una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel. Busca ingredientes como ácido hialurónico, glicerina o aceites naturales. Si prefieres una opción casera, puedes utilizar aceite de jojoba, aceite de almendras o gel de aloe vera.
Protección solar: Aplica protector solar todos los días, incluso cuando esté nublado. Elige un protector solar con un factor de protección solar (FPS) adecuado a tu tipo de piel y necesidades.
Ideas de Bricolaje para una
rutina de skincare
en casa
Mascarillas faciales: Puedes crear mascarillas caseras utilizando ingredientes naturales como la miel, el yogur, el aguacate, el pepino, la avena o el té verde. Estos ingredientes pueden proporcionar hidratación, nutrición, suavidad y otros beneficios para la piel.
Aceites esenciales: Los aceites esenciales pueden ser utilizados en dilución para agregar aroma y beneficios adicionales a tus productos. Por ejemplo, el aceite de lavanda puede ayudar a relajar la piel, el aceite de árbol de té tiene propiedades antibacterianas y el aceite de rosa mosqueta puede ayudar a mejorar la apariencia de las cicatrices.
Recuerda que, si decides crear tus propios productos caseros, es importante investigar y comprender los ingredientes, sus propiedades y posibles contraindicaciones. Además, ten en cuenta que cada tipo de piel es diferente, por lo que es posible que debas adaptar estos consejos a tus necesidades específicas. Si tienes alguna condición de la piel o preocupación específica, siempre es recomendable consultar con un dermatólogo.
