En España, cuando hablamos de exquisiteces que identifican al mejor paladar, no podéis dejar de pasar por alto al jamón Ibérico, este manjar creado por un grupo de talentosos españoles en la consecución de un excelso tratamiento gastronómico qué encierra años de cultura, dedicación y experiencias incontables, pero en extremo placenteras, pues estamos en presencia de que contamos con un verdadero animal endémico español, con cualidad de indiscutibles de ser un icono totémico. Este animal de carne exquisitamente excepcional, es del cerdo ibérico o mejor conocido como “sus ibericus”, esta raza, autentica y plenamente autóctona de esta región en cuestión, estado desde tiempos inmemoriales, este cerdo con una distinción propia es decir, rasgo que lo diferencian totalmente lo podéis reconoceros por su cabeza pequeña, un hocico un tanto prominente alargadillo y grueso, un cuello corto peor bien musculado, además de unas ancas pernileras o jamones largos y llenos y un pelaje entre bermejo o rojizo cobrizo y negro con abundancia de retinto. Es conocido desde la época de los romanos en su paso por España, donde se encontraron a una comunidad única experta en el arte de exquisitas salazones de carnes de cerdos ibéricos, y los cuales hicieron del
Jamón ibérico
, uno de los más famosos y apetecible en todo ese imperio. La calidad de esta carne curada está también en función a la alimentación de este porcino con elevado contenido en hidratos de carbono, que generan la energía y vitalidad expresa en su porte y robustez del animal que redunda en beneficio de su carne el olor inconfundible que las hierbas añaden, es el perfume de los perniles ibéricos que te invitan a degustarlo. Se os recomiendo y seguro que me darán la razón es un manjar del cielo. otro tesoro de la despensa mundial.