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Un buen colchón de cuna es fundamental para garantizar un descanso seguro y saludable en los primeros meses de vida del bebé, promoviendo así su correcto desarrollo. Es importante que esté fabricado con materiales específicos que distribuyan el peso de manera uniforme, evitando ejercer presión excesiva en la cabeza y el cuerpo del bebé, lo que previene posibles deformidades y molestias. Además, debe permitir regular la temperatura corporal, manteniendo al bebé cómodo y evitando sobrecalentamientos o enfriamientos. La circulación de aire es otra característica esencial; un colchón con buena ventilación ayuda a que, aunque el bebé cambie de posición, pueda respirar con normalidad, reduciendo el riesgo de asfixia accidental. También es crucial que sea fácil de higienizar y limpiar para mantener un ambiente libre de bacterias y alérgenos. Por último, debe estar fabricado con materiales hipoalergénicos y libres de sustancias tóxicas, garantizando así la protección y bienestar del bebé en sus momentos de descanso.