Cuando se trata de desarrollar habilidades en los niños, las ciencias y la didáctica han colocado a disposición diversos tipos de equipos que ayudan a facilitar tareas innovadoras y descubrir capacidades complejas con apoyo de instrumentos sencillos, tal es el caso del desarrollo del dibujo, la creatividad. En este sentido, la mesa de luz, es ese equipo sencillo, que en una zona queda iluminada exclusivamente por la luz de la caja, que por supuesto, los objetos de colores translúcidos que coloquemos en su superficie translucida que refleja iluminación producto de las bombillas que están en su interior; luego, por lo general, nos invade una pregunta, suena fácil, ¿Cómo es ese instrumento? ¿Qué puedo hacer con él? Y otras más. Lo primero es pensar que la
mesa de luz
, no revisten de complejidad en su uso y que las tareas programadas deben ser enriquecedoras, su uso permite mejor visualización, realza colores y delineados, lo que le facilita al maestro, tres cosas en beneficio de ese desarrollo meta cognitivo o de aprendizaje continuo, que son muchos, pero les menciono algunos como: Permiten una exploración de los objetos mucho más profunda y un gran interés por descubrirlos, esto incentiva al discente o alumno a explorar su curiosidad en un mundo interesante, la segunda, es que la información visual, se incorpora con sus colores, las formas, el interior de algunos objetos, las transparencias, las sombras, las siluetas, a despertar un interés único de los infantes e incluso adultos, en las comprensión senso-perceptivas y sus interpretaciones espaciales, de orden y sincronización mental por lo que en una última condición mejora la concentración de los niños, al tener como valor agregado un entorno en penumbra no hay distracciones, toda su atención se concentra en el espacio iluminado y los elementos que hay encima. En consecuencia, su uso estratégico educativo, investigativo, no se limita a este nivel sino también al de las artes gráficas, el diseño y muchos más ambientes de desarrollo creativo.
